Manual de Seguridad Vial
Manual para los profesionales y encargados
en la toma de decisionespara la aplicación
de la infraestructura del sistema seguro!
Las directrices para los programas son especificaciones para el uso por el personal de la autoridad vial sobre los elementos que deben ser desarrollados y financiados de manera prioritaria (generalmente, definidos por un análisis de la relación coste-beneficio o del valor actual neto, ver apartado 11.4). Estas directrices también serán utilizadas por numerosas autoridades viales para guiar la preparación de proyectos que deben ser sometidos a un proceso de aprobación institucional en varias categorías de financiación para el próximo año presupuestario.
Su desarrollo es generalmente un proceso cooperativo entre el ámbito político central relevante y las regiones de la autoridad vial, necesario para desarrollar y ejecutar los proyectos aprobados como componentes de un cierto programa. Las directrices representan la especificación del programa anual de actividades aprobado por los ámbitos comerciales principales, las oficinas regionales y el nivel institucional, y permiten a las regiones presentar ofertas detalladas para varias categorías de financiación de proyectos.
Un ejemplo es la introducción de una política de mantenimiento que integra criterios de seguridad vial en los niveles de servicio del tráfico. La modificación de estas prácticas existentes puede brindar una mejora progresiva y medible de la seguridad en toda la red. Cambiar las prácticas existentes puede permitir una mejora incremental medible en la seguridad en toda la red. El examen de las prácticas existentes y la identificación de maneras de modificarlas para lograr una mayor seguridad en la red al mismo coste podría realizarse en el marco del desarrollo de directrices para el programa anual.
Las directivas de programas operativoss requieren tiempo suficiente para desarrollarse y luego se utilizan para ayudar a construir el programa anual para su revisión, consideración y priorización durante el período presupuestario.
Existen numerosas variantes de este proceso según las diferentes autoridades, cuyos elementos importantes son:
Establecer los acuerdos para nuevos programas con los que la autoridad vial se sienta cómoda requiere tiempo y esfuerzo. Se sugiere, por lo tanto, establecer, en los años iniciales del desarrollo, programas más sencillos (tanto a nivel de desarrollo como de ejecución) para ayudar en esta transición, especialmente en los países con ingresos bajos y medios.
Los proyectos de naturaleza poco complicada (como la identificación y el tratamiento de puntos negros en la red existente y las actividades de auditoría de la seguridad vial para los nuevos proyectos) constituyen una buena plataforma de aprendizaje inicial.
Iniciar los programas de seguridad con tratamientos de puntos negros permite al personal comprender la necesidad de analizar el coste de los accidentes, el impacto de diferentes actuaciones (como la construcción de glorietas o el ensanche de los arcenes) y la reducción del coste de los accidentes derivada de las actuaciones. Como ya se indicó en el apartado 7.4, estas habilidades son necesarias para que la autoridad vial pueda identificar el riesgo de accidente y pueda analizar y tratar los tramos y carreteras de la red para conseguir reducir los accidentes.
El éxito de los primeros años a partir de un programa sencillo probablemente permita aumentar el apoyo comunitario y gubernamental a la labor de mejora de la seguridad vial, así como obtener más financiación.