Manual de Seguridad Vial
Manual para los profesionales y encargados
en la toma de decisionespara la aplicación
de la infraestructura del sistema seguro!

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8.3 ALENtar el comportamiento seguro

Incumplimiento de las normas por los usuarios 

Para abordar el incumplimiento de las normas de circulación es importante considerar la especificidad de cada situación. Existen numerosas razones para que los usuarios no cumplan con las normas, e incluso varias de ellas pueden coexistir en una determinada situación, por lo que se requieren diferentes estrategias para fomentar un mejor cumplimiento de las normas.

Comprender el comportamiento apropiado

Es posible que algunos usuarios (o, en ocasiones, incluso la mayoría de ellos) no comprendan lo que se espera de ellos o cuál es el comportamiento apropiado en ciertas situaciones. Este puede ser el caso de los grupos socialmente desfavorecidos de la comunidad (en particular si existen problemas de analfabetismo) o de situaciones nuevas, como la introducción de glorietas en Australia y en Estados Unidos.

Según la situación, la incomprensión puede remediarse por medio de:  

  • campañas locales de educación para reducir los problemas en ubicaciones particulares, y
  • campañas informativas y publicitarias a nivel nacional para abordar problemas en todo el sistema.

conocer el comportamiento requerido en una situación particular 

Aun cuando los usuarios comprenden las normas de circulación y los dispositivos de control del tráfico, pueden existir situaciones o lugares donde no están seguros de cuál sea la conducta correcta, lo que ocurre generalmente en situaciones con las que el usuario no está familiarizado, como son las geometrías inusuales, las zonas de tráfico compartido con vehículos excesivamente lentos o de grandes dimensiones o la presencia de animales en la calzada. Idealmente, la formación y la experiencia del conductor deberían haberle enseñado a actuar de manera segura y a esperar hasta que la situación inusual o poco clara se resuelva para poder avanzar o adelantar con seguridad. Es de esperar que, con el tiempo, las situaciones con una geometría inusual o equívoca desaparezcan gracias al continuo tratamiento de las zonas peligrosas identificadas por los registros de accidentes o los análisis del riesgo. Mientras tanto, deberían tomarse medidas para ofrecer claras indicaciones a todos los usuarios mediante señales, alumbrado público, marcas viales y balizamiento. Es importante asegurarse de que los usuarios entienden las indicaciones, especialmente si se emplean señales poco conocidas como parte del proceso de mejora.

Credibilidad de las normas y de los procedimientos 

Es poco probable que se sigan las reglas y procedimientos si no son creíbles para los usuarios, por ejemplo, los peatones que ignoran las señales de "espera" en los semáforos en momentos de poco tráfico o la resistencia de los conductores a respetar los límites de velocidad debido a obras en la carretera si es evidente que no hay trabajo en curso en ese momento. El riesgo radica en el hecho de que los usuarios de la vía sigan actuando de la misma manera cuando los peligros efectivamente están presentes, que los peatones crucen repentinamente frente a los vehículos motorizados en medio de la noche o que los conductores continúen excediendo el límite de velocidad cuando se ha reanudado el trabajo en la carretera. Si es difícil aplicar medidas correctivas en estas situaciones, se recomienda que supervise de cerca la gestión del sitio (por ejemplo, cubriendo la señal de límite de velocidad al final de la jornada laboral) para ayudar a la segunda situación.

© ARRB Group

Usos habituales del espacio viario para actividades diferentes del transporte 

Muchas comunidades utilizan el espacio viario con otros fines diferentes al transporte y que, a menudo, están en conflicto con los objetivos de seguridad vial. En los países con ingresos bajos y medios, el comercio en las márgenes está muy arraigado y, de hecho, constituye un elemento importante de su economía. En muchas ciudades del Reino Unido, donde las calles se emplean de forma habitual para la representación de espectáculos, ha sido muy eficaz, en determinadas zonas del país, limitar la velocidad a 20 millas por hora (32 km/h) e implantar medidas de calmado del tráfico para reducir el número de muertes entre los peatones más jóvenes. Un estudio preliminar sobre estas actuaciones señaló una reducción del 60 % en el número de accidentes con víctimas y de un 67 % en el número de accidentes con niños (Webster y Mackie, 1996). También hacen falta soluciones creativas para acomodar el comercio en las márgenes e incrementar el tráfico en los países con ingresos bajos y medios.

Normas sociales y presión del grupo

Además del conjunto oficial de normas y reglamentos, la cultura de seguridad vial de una comunidad influye fuertemente en el comportamiento de los usuarios y en los resultados que se derivan de ella. Por ejemplo, la presión del grupo es un mecanismo importante para cumplir con ciertas normas sociales o, en otros casos, para ignorarlas.

Cambios vinculados a la edad en el curso de la vida de una persona

Los cambios físicos y psicológicos que afectan a las personas en el curso de su vida tienen una gran influencia en su habilidad para lidiar con el sistema viario. Si las carreteras están hechas para servir a toda la comunidad, los proyectistas y los gestores deberían ser conscientes de los principales cambios debidos a la edad. Algunos de los principales aspectos son los siguientes:

  • Los niños pequeños no tienen capacidades cognitivas suficientes para interactuar con el tráfico a motor, lo que, agravado por su baja estatura, les hace más difícil ver y ser vistos.
  • Los conductores noveles son muy seguros mientras circulan supervisados, pero presentan elevadas tasas de accidentalidad en cuanto empiezan a conducir solos. La investigación en Suecia ha demostrado que prolongar el período de práctica supervisada ha reducido el número de accidentes que sufren los conductores noveles durante el primer año de conducción por sí solos en un 46 % (Gregersen, 2000).
  • A medida que los conductores envejecen, sus capacidades físicas y cognitivas se van reduciendo. Las ayudas asistidas y las restricciones a la conducción, así como unas señales y marcas viales de mayor tamaño, pueden permitir a los conductores mayores seguir circulando con seguridad. Los peatones de edad más avanzada, por su parte, pueden beneficiarse de medidas como unos tiempos más largos para cruzar los pasos peatonales, una mejor iluminación y la mejora de la regularidad superficial de las aceras.

Reducción temporal de la capacidad para conducir: falta de atención, fatiga, alcohol y drogas 

Una reducción temporal de la capacidad para conducir puede tener un efecto desastroso. Entre sus causas más frecuentes se encuentran:

  • la distracción,
  • la somnolencia,
  • la conducción bajo los efectos del alcohol,
  • los peatones en estado de ebriedad, 0
  • las drogas.  

Considerar las discapacidades

Algunas formas de discapacidad dificultan el cumplimiento completo de las normas de circulación. Los principios de Sistema Seguro requieren conductores capaces y eficaces pero, de hecho, muchos países tienen criterios físicos mínimos para obtener un permiso de conducción. El problema más frecuente se produce en el ámbito de la visión, por lo que es común exigir un examen básico de la agudeza visual a una cierta distancia para obtener el permiso de conducir. 
Existen pocas restricciones físicas que impidan totalmente conducir: muchas personas con serias discapacidades pueden conducir de manera satisfactoria con sistemas de asistencia a la conducción que les permiten superar las limitaciones físicas ocasionadas por su discapacidad. Pero estos procedimientos de evaluación, como la agudeza visual, no existen para los peatones y los ciclistas. Muchos países desarrollados poseen una legislación antidiscriminación que exige a las empresas que prestan servicios de transporte que las discapacidades no impidan el acceso a sus servicios. Existen ciertas actuaciones sobre la red para cumplir con estos requisitos de acceso, como son:

  • las señales audibles en los cruces peatonales señalizados,
  • los patrones en la superficie de la acera que pueden percibirse a través de la suela o por medio de un bastón,
  • las rampas o los elevadores para acomodar las sillas de ruedas, y
  • los bordillos rebajados en los pasos de peatones

Lograr un mejor cumplimiento de las reglas

Los cuatro apartados siguientes describen formas de lograr un mejor cumplimiento de las reglas de tráfico y de los procedimientos establecidos para la conducción. Cada apartado termina con una breve descripción de cómo la infraestructura puede utilizarse o adaptarse para apoyar la seguridad.

EducaCIÓN

La educación vial se considera generalmente relacionada con los programas impartidos en el colegio.

El proyecto de la Comunidad Europea ROSE-25 (educación vial en los 25 Estados miembros) incluyó talleres y consultas en todos los países de la Unión que han permitido la publicación de un folleto que resume los elementos principales de las buenas prácticas en materia de educación vial y que se centra en la interacción directa con los escolares. Los principales puntos de la educación vial son:

  • el fomento de la comprensión y del conocimiento de las reglas de tráfico y de las situaciones de circulación,
  • la mejora de las habilidades mediante la formación y la experiencia,
  • el fortalecimiento o el cambio de actitud hacia la consciencia del riesgo, de la seguridad personal y de la seguridad de los otros usuarios de la carretera, y
  • el cumplimiento de las 10 etapas recogidas en el documento ROSE-25 para una exitosa implantación de un programa sobre educación vial.  

Aunque la formación y la educación deberían preparar a los conductores para esperar lo inesperado, es materialmente imposible preparar a los conductores para que reaccionen a todas las situaciones imprevistas. La mejor solución es, por tanto, minimizar el número de situaciones desacostumbradas mediante la mejora progresiva de la red y la aplicación de los principios de las carreteras auto explicativas en la medida de lo posible, así como asegurar que las tres reglas de la guía de PIARC sobre los factores humanos sean cumplidas en cualquier situación.

Formación y examen de los automovilistas y motoristas

La formación de los automovilistas y de los motoristas se refiere al procedimiento de preparación de las personas para su examen de conducción de automóviles o motocicletas, lo que implica no solamente dominar las habilidades de conducción y conocer las reglas y los procedimientos de circulación, sino también poseer la muy importante capacidad de «leer la carretera» y de anticipar las acciones de los demás usuarios. En un apartado anterior se citan trabajos que han demostrado que cuanto mayor es la práctica supervisada de un conductor novel, más seguro será su comportamiento cuando empiece a conducir solo. Muchos países han introducido o están a punto de introducir medidas para alargar la práctica de conducción supervisada antes de poder realizar un examen de conducción.

Un análisis de las medidas de seguridad vial en los países de la Unión Europea ha recomendado reforzar la formación de los conductores mediante el fomento de la conducción supervisada y ofrecer apoyo e información a los acompañantes para ayudar en su labor (SUPREME, 2007). Las buenas prácticas en materia de exámenes de conducción consisten en pruebas en itinerarios seleccionados, que incluyen todas o la mayoría de las situaciones críticas que la autoridad que otorga los permisos estima necesarias para demostrar la competencia del conductor, y que deben tener un grado de dificultad similar para todos los candidatos. Las autoridades que otorgan los permisos de conducción deberían identificar con los gestores de las carreteras para identificar los tramos donde los exámenes no causarán molestias indeseables al resto del tráfico ni expondrán a los candidatos o a los examinadores a riesgos evitables.
 
Cada vez hay más pruebas de que un sistema de habilitación que incluye un largo período de conducción supervisada es una manera eficaz de formar conductores seguros. Existen pruebas en Estados Unidos de que los sistemas de habilitación progresivos, en los que se reducen el riesgo y la exposición al mismo impidiendo a los conductores noveles circular por la noche y exigiendo un permiso inicial y otro intermedio durante períodos de tiempo específicos, han resultado eficaces en la reducción de los accidentes graves y mortales entre los conductores (NHTSA, 2013).

En cuanto a los factores humanos, el período relativamente largo de práctica supervisada asegura que el conductor novel habrá sido expuesto a una amplia gama de situaciones de conducción, que habrán incluido errores e incumplimiento intencionado de las normas de circulación por parte de otros usuarios. Un mayor período de práctica supervisada también tiene la ventaja de permitir mejorar las habilidades básicas hasta el punto de volverse en gran parte automáticas, de manera que el conductor puede poner toda su atención en la interpretación y la planificación de su reacción a nuevas situaciones sin tener que pensar en acciones como frenar, mirar por el retrovisor o maniobrar.

Alicientes

Las autoridades viales organizan campañas de difusión por diversos motivos. La publicación "Las mejores prácticas para las campañas de seguridad vial" de PIARC (2012a) ofrece una visión general sobre este tema basada en una revisión de la literatura existente llevada a cabo por miembros seleccionados de PIARC. Los principales mensajes de una campaña deben ser:

  • El cambio de comportamiento es un compromiso a largo plazo.
  • La integración de las campañas de difusión con otras actividades, como la vigilancia policial, refuerzan la eficacia.
  • Es importante identificar claramente la audiencia y adaptar el mensaje para abordar la dinámica del comportamiento deseado.
  • Elegir el medio correcto para conectar con la audiencia seleccionada es esencial, ya que la edad es el factor más importante para determinar los hábitos mediáticos.
  • Recurrir al miedo en el mensaje debe utilizarse con precaución porque puede ser ignorado si no concuerda con el sentimiento personal.
  • La evaluación es esencial y debe considerarse como una parte integral del plan de cada campaña.

Además, se debe prever espacio en las márgenes de la carretera para transmitir mensajes sobre la seguridad vial, bien en espacios públicos reservados para este fin, bien en espacios publicitarios contratados. En la medida de lo posible, también debe considerarse el uso limitado de los paneles de señalización variable para transmitir mensajes de seguridad vial apropiados al momento y al lugar concretos, como puede ser el caso de mostrar recordatorios sobre la conducción y la alcoholemia las noches del fin de semana, cuando muchos conductores salen de fiesta.

Vigilancia policial 

El Consejo de Seguridad Vial en el Transporte de la Unión Europa publicó un documento ("Traffic Law Enforcement across the EU: Tackling the Three Main Killers on Europe’s Roads", ETSC, 2011) sobre los principales factores que causan la muerte en las carreteras que recoge un compendio de las mejores prácticas, basadas en la experiencia de los países miembros, en la vigilancia policial de las normas de tráfico. Se trata de un amplio conjunto de recomendaciones sobre la manera de abordar cada uno de los tres factores —el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y el no llevar abrochado el cinturón de seguridad— así como criterios generales sobre la planificación, la selección de objetivos y los principios generales de una vigilancia policial eficaz.
 
Se ha avanzado mucho en los últimos años con la vigilancia automatizada, especialmente, en lo referente a la velocidad. En las zonas donde se ha implantado el control automático de los límites de velocidad ha habido un notable avance debido a la combinación de un cambio en el comportamiento del conductor y a las consecuencias negativas de la infracción.

Se recomienda crear espacios para que la policía pueda llevar a cabo sus operaciones de vigilancia donde estas puedan tener el mayor efecto disuasorio, como las zonas reservadas en el lateral de la calzada utilizadas en las autopistas del Reino Unido para hacer cumplir con los límites de velocidad. La instalación de radares u otros dispositivos automáticos debe considerarse en combinación con otros elementos de la infraestructura, como es el caso de la instalación de radares en los pórticos de señalización existentes.

Reference sources

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